¿Quiénes somos?

Juntos para Jugar es una Asociación privada, sin ánimo de lucro, que realiza actividades de ocio y tiempo libre con personas con discapacidad intelectual.

La Asociación nació en 1985 por iniciativa de un grupo de jóvenes del distrito de Tetuán que querían trabajar en  beneficio de los vecinos de su barrio.

Actualmente, con las actividades que organiza, Juntos Para Jugar pretende, por una parte, poner al alcance de las personas con discapacidad intelectual actividades normalizadas de ocio que ellos pueden realizar con el apoyo necesario y, por otra parte, intentar dotar a estas personas de las habilidades necesarias para que puedan llegar a realizar dichas actividades de forma cada vez más autónoma.

JUNTOS Para Jugar es una Asociación privada, sin ánimo de lucro, que realiza actividades de ocio y tiempo libre con personas con discapacidad intelectual con C.I.F.: G79137006 y está registrada en los siguientes organismos:

  • Ministerio del Interior, registro de Asociaciones nº 9422, fecha de inscripción 15-03-1989.
    • Comunidad de Madrid, Registro de Asociaciones de Acción Social, con los nº E-2200E-1018/Cod 07960, fecha de inscripción 7-07-1993.
    • Ayuntamiento de Madrid, Registro de Asociaciones de Carácter Social nº 01492
    • Declarada de Utilidad Pública por el Ayuntamiento de Madrid.
    • Comunidad de Madrid, Registro de Asociaciones Juveniles nº 93/0116, fecha de inscripción 09-03-1994.
    • Miembro de la Federación  Plena Inclusión (antes FEAPS Madrid) fecha de inscripción Septiembre 97.
    • Miembro fundador de la Plataforma de Asociaciones de Tetuán, septiembre 1995.
    • Miembro del proceso de desarrollo comunitario del Distrito de Tetuán.

Razón de ser

Desde Juntos para Jugar creemos que tienen que existir asociaciones de ocio para personas con discapacidad intelectual porque estas personas tienen más dificultades que el resto para ocupar su ocio y tiempo libre y establecer relaciones personales fuera del ámbito familiar, de formación o de trabajo, ya sea debido a la sobreprotección familiar, al rechazo social, a disponer de una autonomía personal limitada, a la falta de entrenamiento en habilidades sociales, o a una baja autoestima.

Para superar o, al menos, intentar compensar estas dificultades, nacen las asociaciones de ocio para personas con discapacidad intelectual.